Como una sombra
que pasa entre los días;
así mi vida.
Esta fragancia
suma de las glicinas
me mata el alma.
Cuando atardece,
ese grana se apaga
sobre la charca.
Este aire fresco,
bajo la sombra densa,
sabe a verano.
En los altares
del aire, los efluvios
de la lavanda.
© pedrocrespo, Madrid, miércoles, madrugada de San Juan de MMXV
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